jueves, 4 de diciembre de 2014

ASENTAMIENTOS INFORMALES EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

Villa 31
Fuente: www.infobae.com
Las denominadas villas miseria o asentamientos informales, tienen su origen en la década de 1930 cuando, debido a las crisis económicas que atravesaba el campo en Argentina y a la floreciente industria nacional, se produjo una masiva migración de la población del interior del país hacia la capital.

Una de las más conocidas es el Barrio General Belgrano. Si bien este es su verdadero nombre, se la conoce más como Ciudad Oculta, a partir de que en 1978 la dictadura militar mandara construir un muro circundante para ocultar la miseria circundante a los ojos de los visitantes extranjeros. Surgida en 1937, originalmente vivieron en ella el personal del ferrocarril, del Mercado de Hacienda y de la industria frigorífica. 

Durante la década de 1960 las villas transformaron dos áreas importantes de la Ciudad de Buenos Aires: Retiro y el Bajo Flores.

La Villa 31 de Retiro nació en los años ’40 durante la gestión del Presidente Juan Domingo Perón, como forma provisoria de albergar a inmigrantes europeos de escasos recursos. Posteriormente se construyeron, en las inmediaciones, otras casillas prefabricadas destinadas a dar albergue a los trabajadores del ferrocarril. A fines de la década de 1950 se produjeron nuevos asentamientos en las inmediaciones de esta villa, comenzando de esta manera un crecimiento explosivo de la población, cuestión que caracterizó no sólo a este si no a todos los asentamientos de este tipo.

Desde fines de la década del ’40 hasta fines de la de 1960 en la zona del Bajo Flores llegaron a aparecer diez asentamientos. Una de las primeras, en 1948, fue el Barrio Lacarra, destinado a alojar a las familias afectadas por el ensanche de la Av. Belgrano. En 1955 tomó forma el Barrio Rivadavia, ocupado por pobladores de las zonas inundables del Bajo Flores. 

La población de las villas crecía rápidamente, incluso más rápido que el resto de la población urbana. En 1960 eran habitadas por 34.430 personas; 42.462 en 1962 y 93.554 en 1966.

En este contexto comenzó a surgir, a principios de los ’80, un nuevo fenómeno: los asentamientos, la ocupación organizada de tierras que, tras el fin de la dictadura, se multiplicó rápidamente, en particular en la Capital y el conurbano. Los asentamientos son villas que se asumen como permanentes, con todo lo que esto implica en términos de imaginarios de sus habitantes, perspectivas de futuro y relación con el Estado. 
A diferencia de la ocupación familiar de las villas, los asentamientos se realizan mediante una acción colectiva organizada.

Los asentamientos no son percibidos como una solución habitacional provisoria sino como algo permanente, lo que tiene amplias consecuencias en la forma de ocupación del suelo. Como el objetivo no es buscar un lugar de paso sino una residencia, se configuran en trazados urbanos amanzanados, regulares y planificados, imitando el damero característico de las calles de Buenos Aires, muchas veces previendo espacios libres para futuros emprendimientos sociales o públicos, como la sala de infantes, la canchita de fútbol o el comedor comunal. El objetivo es integrarse al resto de la ciudad, normalizarse, sentirse un barrio más, con la paradójica consecuencia de que la ocupación ilegal de la tierra lleva a estrategias de organización que buscan cumplir las exigencias legales en términos de utilización del suelo, medidas de los lotes, etc.

 Programa de reurbanización - Villa 20 
Fuente: www.taringa.net
El actual Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires está poniendo en funcionamiento el “Programa de Radicación, Integración y Transformación de Villas y Núcleos Habitacionales Transitorios”
El Instituto de Vivienda trabaja en las villas de la Ciudad de Buenos Aires con el objetivo de urbanizarlas.
Para lograr una efectiva integración de estos barrios a la ciudad, las obras que se realizan incluyen además de la construcción de viviendas, la apertura y pavimentación de calles, la dotación de todos los servicios de infraestructura (agua, cloacas, desagües pluviales, electricidad) y la prolongación de las líneas del transporte público en las villas más extensas.

La ejecución de la totalidad del Programa involucra la construcción de 25.000 viviendas y sus correspondientes obras de infraestructura en 16 villas.

En estos próximos cuatro años se construirán 7.000 viviendas lo que permitirá  trasladar a las familias que están viviendo sobre la traza de las calles que necesitan ser abiertas. De este modo, se podrá completar la apertura de todas las calles vehiculares de las villas. Lograda la apertura de las calles, se alcanzará una óptima interconexión vehicular del barrio con los barrios circundantes y la reparación de la continuidad en la trama urbana generando la integración con el resto de la ciudad.

Paralelamente al Programa de urbanización, se realizan otras acciones tendientes al mejoramiento de las condiciones de vida de los sectores más degradados de las villas que presentan situaciones de emergencia sanitaria y habitacional. Las tareas que se realizan son: tendido de red eléctrica para iluminación de calles y para llevar electricidad a todos los hogares; instalación sanitaria y cloacal; recolección de residuos, limpieza integral de pasillos, saneamiento, entre otras.


Griselda Jans


Fuentes:
www.buenosaires.gob.ar
elestudiantedehistoria.blogspot.com.ar
www.solesdigital.com.ar